Cherreads

Chapter 45 - Capítulo 44: ¡Regreso Triunfal!

La Brigada Cazafantasmas continuó con sus operaciones.

"¡Sello número once completado!" Anunció Sushang con una sonrisa mientras levantaba la calabaza, que ahora temblaba con un ligero fulgor verde.

"Bueno, eso fue más fácil de lo que esperaba." Comentó Aleph mientras guardaba la calabaza sellada.

"Sí, pero... ¿por qué hablaban como influencers de los especialmente molestos?" Preguntó Stelle, frunciendo el ceño. "¿De dónde sacan ese tipo de personalidad?"

"¿Qué clase de Heliobus se auto nombra como una boyband de dudosa calidad?" Dijo Marzo sentándose en un banco cercano.

"Ni idea." Respondió Guinaifen, sacudiéndose un mechón de cabello. "Pero al menos ya no están. Tres menos."

.....

Con un descanso más que merecido el grupo se quedó un tiempo más en el Jardín del Sosiego, las luces de las linternas reflejaban el resplandor anaranjado del atardecer que ya se estaba desvaneciendo.

Casi eran las 8 PM, y la fatiga ya empezaba a notarse.

Huohuo miró su teléfono y se levantó apresurada.

"Ah... tengo que... hacer algo. Volveré en una hora. No tardo mucho." Dijo mientras desaparecía antes de que alguien pudiera preguntarle algo.

"¿Seguro que vas a estar bien sola?" Preguntó Sushang, ladeando la cabeza.

"Sí, sí. No es nada peligroso." Aseguró ella, apretando los puños contra su pecho. "Solo... son algunos asuntos personales menores y sin importancia. Volveré antes de que se den cuenta ¡Nos vemos luego!"

"¿Alguien entendió algo? Huohuo hablaba muy rápido, seguro que tenía prisa." Comentó Sushang mientras se estiraba.

"No, pero no creo que importe. Tal vez sólo fue a comprar bocadillos y se apresuró porque el horario de cierre está cerca." Respondió Stelle, dándole un mordisco a un pastel de arroz.

Sushang asintió.

"¡Tiene sentido!"

...

Pasó una hora. Luego otra.

El grupo seguía allí, revisando datos, conversando, esperando noticias. Aleph miraba la pantalla de su teléfono, jugando un juego que era bastante parecido a Candy Crush.

Marzo fue la primera en notarlo. Miró su teléfono, revisó los mensajes grupales y frunció el ceño.

"Oigan ¿Huohuo no dijo que volvía en una hora?"

Stelle dejó de masticar.

"Sí... Ya pasaron dos."

"¿Le mandaste un mensaje?" Preguntó Guinaifen.

"Obvio. No contesta."

"...Ya es raro." Murmuró finalmente. "Huohuo dijo que no tardaría."

"Tal vez se entretuvo con algo en el camino." Sugirió Sushang.

"¿Con qué?" Preguntó Stelle. "No hay nada divertido en cazar Heliobus."

Fue entonces cuando el teléfono de Aleph vibró. Una notificación. Luego otra. Y otra.

[Hanya: "¿Han visto a Cirrus?"]

El grupo intercambió miradas rápidas.

"¿Qué?" Preguntó Aleph, leyendo en voz alta.

[Hanya: "Se suponía que no podía salir del perímetro del Jardín del Sosiego. Acabo de revisar los sellos. Ya no está."]

Un frío incómodo recorrió la espalda de todos.

"...No puede ser." Murmuró Stelle.

"No." Aleph negó con la cabeza, cerrando los ojos por un momento. "Se supone que estaba sellado. No tiene poder para romper el confinamiento."

"...Y Huohuo sigue sin responder." Marzo tragó saliva.

"Chicos, no quiero sacar suposiciones, pero creo que algo anda muy mal." Guinaifen bajó el teléfono con una expresión preocupada.

*********

"Acabamos de rastrear la señal del teléfono de Huohuo." Informó Hanya revisando su dispositivo portátil. "Está en el Puerto Miraestrellas."

Xueyi se cruzó de brazos.

"Eso está bastante lejos de donde debería estar… Y Cirrus tampoco aparece en los registros del Jardín del Sosiego desde hace más de dos horas, las Escoltalmas encargadas de vigilarlo tampoco están presentes."

Guinaifen apretó los dientes, antes de ponerse una mano sobre el pecho mientras inhalaba y exahalaba.

"Perfecto. Lo sabía, siempre supe que ese mocoso era problema."

"Muy bien. Vamos." Dijo Aleph mientras guardaba su teléfono. "Si Cirrus está involucrado, no hay tiempo que perder."

Marzo se inclinó hacia el oído de Stelle.

"¿Que le pasa a Aleph? Se lo ve bastante serio."

"Se siente un poco culpable por haber estado inconsciente durante la batalla con Cirrus, cree que si hubiera estado presente el Sr Cola no habría tenido que sacrificarse..."

"Oh."

...

El Puerto Miraestrellas estaba completamente diferente de lo habitual.

Faroles destruidos, contenedores volcados, señales quemadas, y lo peor, había llamas espectrales de color verde dispersas por todo el lugar.

"...Definitivamente hay Heliobus aquí." Murmuró Stelle, levantando su bate.

Una oleada de Escoltalmas poseídas, junto con varios Aurumatas cubiertos de fuego verde, bloqueaban las plataformas y los muelles. Algunos estaban desmontando paneles, otros directamente atacaban cualquier dron de vigilancia que intentaba acercarse.

"¡Maldición...! ¿De dónde salieron tantos?" Exclamó Sushang, desenvainando su espada.

"¡Allí!" Señaló Marzo, y todos giraron la vista.

Cerca de una de las plataformas, rodeada por restos de contenedores caídos, se encontraba Huohuo, tirada en el suelo. Su ropa estaba chamuscada en algunos puntos y su teléfono tenía la pantalla rota a su lado.

"¡Huohuo!" Gritó Guinaifen, pero antes de que alguien pudiera avanzar…

Una carcajada familiar les llegó desde las alturas.

"¿En serio creyeron que deshacerse de mí iba a ser tan fácil?"

Al mirar hacia uno de los andamios más altos, allí estaba Cirrus. Su forma era la misma de antes, ese cuerpo de marioneta con aspecto infantil, pero su energía estaba muy lejos de ser débil. Llamas verdes y púrpuras giraban a su alrededor como una espiral constante.

"¿Pensaban que podrían sellarme como a esos Heliobus mediocres?"

Se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en la baranda.

"Por favor... ¡Subestimarme fue su peor equivocación!"

Aleph apretó el puño.

"Genial. Otra vez tú, enano molesto."

"Me temo que esto ya no es un simple trabajo de búsqueda." Añadió Xueyi, desenvainando sus dagas con una expresión serena.

"¿Vamos?" Preguntó Stelle, haciendo girar el bate.

"Vamos." Confirmó Aleph.

Los Aurumatas crujieron mientras desplegaban armas.

Las Escoltalmas ya se lanzaban a la carga con lanzas y espadas listas.

No había más que decir.

*********

"Ya me harté." Declaró Aleph, creando un bate de hielo en su mano.

Miró a los demás, girando el hombro con desgano.

"Vayan por Huohuo. Yo me encargo de esto."

"¿Seguro?" Preguntó Stelle, ya sabiendo la respuesta.

"Más que seguro."

Sin perder el tiempo, Aleph se adelantó hacia la línea enemiga. Un aurumata se le cruzó; Aleph levantó el bate y lo aplastó contra el suelo con un golpe seco que dejó el panel trasero del robot hecho trizas… pero cuidadosamente, solo lo suficiente para apagarlo, no romperlo del todo.

"Ugh. Si los destruyo voy a tener que pagar por ellos…" Refunfuñó en voz baja, mientras esquivaba a otro y lo empujaba contra una pared con un golpe seco. "Maldita economía. Estúpida y adorable Stelle, me dejó sin fondos."

Las escoltalmas no eran más fáciles. A diferencia de los robots, estas no se detenían con simple fuerza bruta, pero tampoco podía golpearlas como a enemigos normales. Tenía que medir cada golpe para no romper huesos ni provocar lesiones irreversibles.

Aun así, cada golpe que daba dejaba un cráter en el suelo, un poste doblado o una baranda destruida.

"¡Aleph Smash!" Gritó, mientras lanzaba a un aurumata por los aires como si fuera un juguete.

...

Mientras tanto, el resto ya había llegado hasta donde estaba Huohuo.

Ella seguía inconsciente, tumbada de lado, con una expresión extrañamente triste con su teléfono roto a un lado.

"¿Está…?" Murmuró Marzo, agachándose a su lado.

"Poseída." Confirmó Xueyi después de revisar las marcas de energía alrededor. "La metieron en una ilusión. Bastante fuerte, además."

Hanya se inclinó, tomando el teléfono caído cerca de Huohuo.

Revisó la pantalla resquebrajada.

"...Mensajes eliminados."

"¿Qué?"

"Parece que intentó borrar lo que fuera que la trajo aquí… pero no lo hizo bien."

Conectó su propio dispositivo y en segundos recuperó los datos.

Una serie de mensajes aparecieron en pantalla.

[Usuario Eliminado: "Tengo información sobre el Heliobus que llamas Sr Cola."]

[Usuario Eliminado: "Ven al Puerto Miraestrellas. Pero sola."]

[Usuario Eliminado: "No se lo digas a nadie."]

"¿Cirrus habrá controlado a una Escoltalmas y usado su teléfono para enviar el mensaje? Aún así hay algo que no cuadra ¿Como se liberó del selló? ¿Como recuperó gran parte de su fuerza en un período de tiempo tan corto?" Dijo Stelle, cruzando los brazos.

"No se necesita ser un genio para eso, ustedes me lo dijeron antes." Añadió Guinaifen. "¿No es probable que esa Devastadora que vencieron haya usado alguno de sus peones que todavía se mantienen aquí en el Luofu para que Cirrus cause más problemas a ustedes a modo de venganza?"

Marzo apretó los puños.

"¡Maldición…!"

"Las complicaciones no terminan allí." Dijo Hanya, observando la energía flotando alrededor de Huohuo. "Si intentamos sacarla de la ilusión a la fuerza, el cuerpo podría resistir, pero el alma…"

"No lo soportaría." Completó Xueyi con frialdad.

Marzo miró a ambas, con nerviosismo.

"¿Y no hay otra forma?"

"Una." Admitió Xueyi.

"Si otro Heliobus entrara en su interior, podría expulsar al que está dentro. Podría, en teoría, romper la ilusión desde dentro sin dañar su consciencia."

"Pero no hay garantía de que..." Añadió Hanya.

Sushang levantó la mano, dudosa.

"No quiero ser la que señala lo obvio, pero… ¿Dónde encontramos un Heliobus que esté dispuesto a hacer algo así… y que no sea una trampa?"

Marzo la miró.

"Buen punto."

El silencio se mantuvo momentáneamente mientras trataban de encontrar una solución.

El único ruido que quedaba era ¡CLONK! seguido de la voz de Aleph.

"¡¿Quién es el siguiente?!"

.....

Xueyi soltó un largo suspiro. Sin decir nada, metió la mano en el cinturón y sacó uno de los frascos con forma de calabaza que tanto habían usado durante el día para atrapar Heliobus.

Marzo abrió los ojos de par en par.

"...No. No me digas que..."

Xueyi giró la tapa y, de inmediato, un destello de llamas azuladas emergió del interior.

"¡PUAJ! ¡Dios, qué asco estar encerrado allí! ¡¿De qué está hecha esta calabaza, de repollo fermentado?!"

Una pequeña llama flotante con forma de cabeza de perro se sacudió como si intentara quitarse polvo.

"¡¿Sr Cola?! ¡¿Qué haces ahí?!" Gritó Marzo.

"¿Qué hago…? Pff." Se mofó flotando cerca. "Casi me desintegro tras lo que hice contra Cirrus. Apenas logré mantenerme consciente. Mi plan original era... bueno, robar un astroesquife, largarme un par de días, dejar que Huohuo llorara un poco, me rogara que volviera, y entonces... regresar como todo un héroe."

Todos lo miraron.

"Pero..." Continuó mientras bajaba un poco el tono. "Hubo... eh... unos imprevistos en el camino."

"¿Qué clase de—?" Comenzó Stelle, pero no terminó.

El Sr Cola señaló hacia Xueyi.

"Me encontró. Y me selló."

Cuatro pares de ojos se giraron hacia ella al mismo tiempo.

Xueyi, brazos cruzados, mantuvo su habitual expresión de piedra.

"¿Por qué?" Preguntó Guinaifen, sin disimular el tono de reproche.

"Sí, buena pregunta." Añadió Sushang, con la cabeza ladeada.

Incluso Stelle, que normalmente no se metía en esas cosas, arqueó una ceja.

"¿De verdad?"

Solo silencio perduró en el lugar.

Salvo, claro por…

"¡¿Pero qué demonios le pasa a este sujeto?! ¡¿De qué está hecho?!"

La voz de Cirrus, resonanba desde el otro lado, mezclada con los sonidos secos de cuerpos cayendo, chispas eléctricas y una inconfundible risa malvada escapando de la boca de Aleph.

"¡Hahahahaha!"

Voltearon solo para ver cómo Aleph se encontraba de pie sobre una montaña de escoltalmas y aurumatas, con su bate apoyado sobre el hombro, miraba a Cirrus con una sonrisa de superioridad que podía verse de Jarillo-VI.

"Sí. ¡Vamos, Cirrus! ¡Sigue hablando! ¡Sigue dándome excusas para romperte más los dientes inexistentes!" Grito Aleph mientras le señalaba con el dedo.

"...Deberíamos ayudarlo?" Sugirió Sushang.

"No. Déjalo." Respondió Guinaifen sin mucho interés. "Está disfrutando."

Finalmente, Xueyi habló.

"...Fue una prueba."

"¿Perdón?" Dijeron todos al unísono.

"Una prueba." Repitió, ajustándose los guantes. "Quería ver cómo reaccionaría Huohuo si se le quitaba algo que considera... indispensable. Qué haría si tuviera que enfrentarse a sí misma sin el Sr Cola."

El Sr Cola la miró con un rostro que prácticamente decía '¿Es enserio?'.

"...Deberías aprender a mentir mejor."

Xueyi no respondió. Solo desvió la mirada.

"Sea como sea..." El Sr Cola flotó hasta posicionarse encima de Huohuo. "...no hay tiempo para discutir. Alguien tiene que entrar ahí, romperle los dientes al idiota que se metió y sacarla de ese agujero mental antes de que se vuelva comida para Heliobus."

Se sacudió, miró a todos y agregó.

"Déjenle esto al profesional."

Sin esperar más, descendió hacia el cuerpo de Huohuo, envuelto en un destello azul.

Marzo se cruzó de brazos.

"...No sé si preocupada o celebrar."

"Ambas." Respondió Stelle mientras se encogia de hombros y seguía observando a Aleph luchar.

**********

Oscuro, asfixiante. Pasillos que se retorcían sobre sí mismos, puertas que llevaban a ninguna parte, muros cubiertos de espejos que sólo reflejaban lo que uno menos quería ver.

"Vaya... qué agujero tan deprimente." Murmuró el Sr Cola flotando entre los pasillos mientras su llama chispeaba. "Tan miserable que me estaría bajando la presión si tuviera."

A su alrededor, escenas pasaban como proyecciones.

Huohuo, con apenas seis años, encogida en un rincón mientras otros niños raposianos le lanzaban miradas llenas de desprecio.

"¡No te acerques! ¡Eres un monstruo! ¡Tu cola es fea y rara!" Gritaban.

La pequeña Huohuo escondía su cola envuelta en aquellas llamas verdes, tratando inútilmente de ocultarla como si eso pudiera cambiar algo.

Las imágenes continuaron cambiando a medida que el Sr Cola se adentraba más en el laberinto.

Los propios padres de Huohuo la apartaban de su hermana menor.

"No... No la dejes acercarse. No queremos que ella..."

"...se contagie de eso."

El Sr Cola se quedó en silencio. Su rostro de perro no le daba una amplia gama de expresiones, pero cualquiera habría podido imaginar sus ojos entornándose con furia.

"...Malditos." Su llama parpadeó con más fuerza. "Y luego nos llaman monstruos a nosotros."

Siguió avanzando. Cada paso lo llevaba más al centro.

"¿Por qué existes?"

"Si no tuvieras esa cosa..."

"Eres una carga."

"Sí, claro. Porque son todos ejemplos de perfección, ¿no?" Refunfuñó, girando una esquina. "Saben qué, hasta yo, un condenado Heliobus, soy mejor compañía que todos ustedes juntos."

...

Finalmente la encontró.

Allí, sentada en el centro del laberinto, abrazando sus rodillas, con la cabeza hundida entre ellas, temblando como un cachorro abandonado.

"...Huohuo." La llamó, acercándose.

No hubo respuesta.

"Eh. Oye. Despierta. Vamos, no me hagas perder el tiempo."

Huohuo levantó apenas lo mirada, sus ojos estaban rojos, hinchados de tanto llorar.

"...No eres real..." Susurró. "...Otra ilusión... otro castigo... Lo acepto... Al final... todos se van..."

El Sr Cola se quedó estático por un segundo.

"...¿En serio? ¿Otra vez con este show de drama barato?"

Dio una vuelta sobre sí mismo y luego se estrelló contra el suelo con un golpe de frustración.

"¡Muy bien! Si no me vas a escuchar, entonces... ¡los traeré a todos de vuelta!"

Y así lo hizo. Su llama se extendió como una red. Desde cada rincón del laberinto arrastró a las proyecciones. Los niños que la molestaron, los vecinos que la evitaban, incluso sus padres.

Todos, de pronto, aparecieron frente a Huohuo. Y, uno a uno, empezaron a hablar:

"...Nos equivocamos..."

"...No debimos tratarte así..."

"...Perdónanos..."

Huohuo apenas levantó la cabeza. No parecía convencida.

"...No importa... No cambia nada..." Murmuró.

El Sr Cola flotó hacia ella, claramente irritado.

"¿Pero qué más quieres? ¡Mira! ¡Hasta tus padres te piden disculpas! ¡¿Y aún así sigues llorando como si fuera el fin del mundo?!"

La llama parpadeó con más fuerza.

"¡¿Sabes qué?! ¡Ignóralos! ¡Si son basura, que se queden en la basura! ¿Acaso importa? ¡Tienes a Hanya, tienes a Xueyi, tienes a toda esa bola de inadaptados que es la Comisión de los Diez Líderes! ¡Y me tienes a mí! ¡¿No te basta con eso?!"

Huohuo lo miró, pestañeando.

"...¿De verdad... eres tú?"

"¿Qué otra maldita llama habla como yo? ¡Claro que soy yo, pedazo de—!" Se detuvo, inhaló y bajó el tono, no había nada de bueno en perder el control. "Sí. Soy yo."

Huohuo, tragando saliva, bajó la cabeza.

"...Pero... mírame... No puedo hacer amigos... ni pareja... Nadie... me—"

"¡Por Ignamar!" Lo interrumpió. "¡¿Tienes alergia al optimismo o qué?! ¡Eres peor que uno de esos emos seguidores de la Nihilidad!"

Giró en círculos antes de señalarla con su llama.

"Además..." Su voz bajó a un tono entre travieso y cómplice. "¿Acaso no viste cómo el papanatas de cabeza gris miraba tus orejas? ¡Como un niño hambriento mirando algodón de azúcar! Si te esforzaras un poco más tendrías una pareja, no la tienes por miedosa."

Huohuo se quedó paralizada. Luego, soltó una risa entrecortada.

"...¿E-eres idiota o qué? Solo nos conocemos por menos de un día, una relación..."

"Obviamente. Soy tu Heliobus, ¿qué esperabas?"

La risa de Huohuo rompió el silencio del laberinto. Poco a poco, las paredes empezaron a quebrarse.

El Sr Cola se quedó flotando a su lado.

"Bien. Ya va siendo hora de volver. Si seguimos aquí mucho más tiempo, no podré darle su merecido a ese idiota de Cirrus."

Huohuo asintió. Su expresión ya no era la de antes. Todavía con miedo, pero había una sonrisa más calmada en su rostro.

"...Gracias."

"Bah. No lo hagas costumbre, tal vez la próxima vez si elija robar un Astroesquife y dar un viaje turístico por las otras naves de Xianzhou."

Una luz blanca los envolvió.

Era hora de despertar.

...

Huohuo y el Sr Cola regresaron al mundo real.

Sólo para encontrar la escena más absurda del día —y eso ya era decir mucho—.

Una pila de cuerpos.

Escoltalmas desmayadas, Aurumatas inertes con las piezas esparcidas y en la cima, como si fuera el rey de la montaña, estaba Aleph de pie con el pecho inflado y de brazos cruzados sonriendo con una mezcla perfecta de satisfacción y malicia pura.

A sus pies, Cirrus se retorcía mientras gritaba.

"¡Suéltame! ¡Libérame, desgraciado!"

La risa de Aleph se elevaba sobre la caótica escena.

Una risa fuerte, profunda y absolutamente villanesca escapó de su boca.

"¡Hahahaha! ¡¿Pensabas que podías escapar de mi, el gran Aleph?! ¡Iluso!"

Sushang lo miraba con una gota de sudor bajándole por la sien.

"...¿Deberíamos… decirle algo?"

Guinaifen sólo suspiró, dejando caer los hombros.

"No sé si estar impresionada o preocupada."

Xueyi, con su rostro inexpresivo, solo cruzó los brazos.

"...No quiero ni saber cómo llegamos a esto."

Hanya asintió con lentitud.

"Yo tampoco."

Stelle, con los brazos cruzados, lo miraba desde abajo frunciendo el ceño.

"...Esto es totalmente injusto. No sólo se quedó con toda la diversión, ¡sino que se aprovecha de eso para verse genial! ¡¿Cómo se supone que una compita con eso?! No, no puedo ceder ¡La leyenda del Bate Galáctico definitivamente superará a la del Gran Demonio Aleph!"

"¿Enserio esa es tu prioridad?" Pregunto Marzo con un rostro que decía que no sabía que pensar al respecto.

Huohuo parpadeó un par de veces, absolutamente perdida.

"...¿Qué está pasando?" Murmuró mirando al Sr Cola.

"Ni idea." Respondió este, flotando a su lado. "Estaba contigo ¿Recuerdas?"

Mientras tanto, Aleph simplemente posó el pie sobre la cabeza del muñeco de Cirrus que seguía forcejeando, mientras su sonrisa se ampliaba más.

"Admítelo, Cirrus. Eres débil, te falta odio."

"¡Deja de decir eso, bastardo!"

Xueyi respiró hondo y activó su comunicador.

"...Aquí Xueyi. Envíen personal médico al Puerto Miraestrellas. Hay varias escoltalmas heridas y aurumatas que necesitan evaluación de daños. Además, envíen a alguien del departamento de logística para revisar la estructura. Sí, probablemente habrá que calcular costos de reparación."

Hubo una pausa.

"Sí. Sí... otra vez, no, esta vez no fue Qianjie."

....

Cuando finalmente todos los Heliobus fueron sellados nuevamente, el ambiente se relajó.

O al menos eso pensaron.

"¿Alguien ha visto a Cirrus?" Preguntó Hanya mirando a su alrededor.

Guinaifen señaló la pila de cuerpos.

"...Pues... hasta hace un segundo estaba allí."

Todos siguieron su mirada... solo para ver a Aleph de espaldas, claramente haciendo algo sospechoso con sus manos sobre el muñeco que Cirrus había estado poseyendo.

"..."

"..."

"..."

"...Aleph." Dijo Stelle, entrecerrando los ojos. "¿Qué estás haciendo?"

Aleph se detuvo en seco, pero no se giró.

"Nada."

"...Aleph." Dijo Marzo, con tono cansado. "...Dime que no estás haciendo lo que creo que estás haciendo."

"...D-Definitivamente no estoy absorbiendo a Cirrus." Respondió, ni el mismo parecía convencido de sus propias palabras.

Stelle apretó el puente de su nariz.

"...Tienes un problema. Uno serio."

Finalmente, Aleph se giró, con las manos en los bolsillos y desviando la mirada.

"...Era reciclaje."

"Claro que sí." Pensaron todos al unísono.

[Nueva habilidad obtenida: Agi (Variante Heliobus).]

[Dominio de Ilusionista incrementado (Intermedio): 75%.]

[Felicidades, Maestro. Cada día está más cerca de poder declararle a Stelle que ha abandonado su humanidad y preguntarle si recuerda cuántas veces ha comido pan en su vida.]

"...Burroughs."

[Sí, sí, lo sé. Moderaré los comentarios.]

Mientras tanto, Stelle y Marzo seguían regañándolo.

"¡No puedes ir por ahí absorbiendo cosas porque sí!" Dijo Marzo.

"Sí, ¡esto es un problema de control de impulsos! ¡Y de... de lo que sea que aplique aquí!" Añadio Stelle, agitando los brazos. "¿Acaso sabes donde estuvo Cirrus? ¿O que tan saludable es? ¡Esto podría traerte problemas de salud!"

Aleph parpadeo por unos momentos antes de asentir, las palabras de Stelle ciertamente eran razonables.

"Tiene sentido."

"¡No funciona así!" Grito Marzo mientras se preguntaba si el sentido común de Stelle y Aleph se había tomado unas vacaciones.

No muy lejos de donde se encontraban, Huohuo sólo se limitó a mirarlos con la cabeza ladeada, mientras el Sr Cola giraba lentamente flotando a su lado.

"...¿Este grupo es siempre así?"

"...Sí." Suspiró Huohuo. "Sí lo son."

...

"Listo." Comentó Xueyi, cruzándose de brazos. "El personal de la Comisión se encargará del resto. Ustedes pueden irse a descansar. Se lo ganaron."

Guinaifen estiró los brazos, soltando un largo bostezo.

"¡Por fin! Mi espalda ya me estaba matando."

Sushang le dio un par de palmadas a Huohuo, que seguía con el Sr Cola flotando a su lado.

"Buen trabajo, jefa adjunta." Sonrió. "Sabía que podías con eso."

Huohuo solo asintió con timidez, medio roja y con la mirada baja.

"Gracias... creo."

"Entonces." Empezó Marzo, mirando a su alrededor con una sonrisa. "Supongo que este es nuestro momento de partir."

Aleph asintió, metiendo las manos en los bolsillos.

"Sí. Antes de que nos hagan limpiar los restos."

"Ja." Rió Stelle. "Tiene razón."

Se acercaron uno a uno a despedirse.

"Cuídense." Dijo Sushang con una sonrisa.

"Nos veremos otra vez." Añadió Guinaifen, guiñando un ojo.

"Y por favor mantengan lejos de mí a lo que sea que sea—" Xueyi señaló sutilmente a Aleph "Y lo que decida absorber la próxima vez."

Aleph le guiño un ojo.

"No prometo nada." Respondió con una pequeña risa.

Hanya simplemente los observó, con una expresión ilegible.

"Buen trabajo." Se limitó a decir.

Finalmente, el trío se alejó caminando en dirección al muelle más cercano.

...

"Bien..." Murmuró Marzo mientras sacaba de su bolsillo un papel doblado muchas veces, con las esquinas ya gastadas. "Dan Heng me dejó instrucciones súper detalladas de cómo manejar un astroesquife."

Aleph miró el papel por encima de su hombro.

"...Esto parece tan complicado como un manual para desarmar una bomba."

"Dan Heng es demasiado meticuloso." Dijo Stelle, suspirando.

Cuando llegaron al muelle, se plantaron frente al astroesquife.

La pantalla de inicio seguía mostrándoles demasiados botones, palancas y un diagrama que parecía más uno de los dibujos de Marzo cuando se interesó en el arte que un sistema de navegación.

"...¿De verdad esto necesita cinco tipos distintos de freno?" Preguntó Stelle mirando el panel.

"¿Y por qué esto tiene una nota que dice 'en caso de persecución policial'? ¿Qué clase de cosas pensó Dan Heng que íbamos a hacer?" Añadió Aleph.

Marzo suspiró, guardando el papel.

"...Vale. Hagámoslo simple. Piedra, papel o tijeras. Tú o yo."

"Perfecto. Ni de chiste dejo que Aleph toque eso." Respondió Stelle, cruzando los brazos.

"¿Por qué no?" Protestó él.

Las dos lo miraron al unísono.

"..."

"..."

"Sí, bien. Entiendo. Procedan." Comentó mientras retrocedía con las manos en alto.

Levantaron las manos.

"Piedra, papel o..."

"¡Papel!" Dijo Stelle.

"¡Tijeras!" Dijo Marzo, triunfante.

"...Maldita sea." Gruñó Stelle.

"¡Victoria!" Celebró Marzo, girando hacia el astroesquife. "Muy bien, manos a la obra."

Aleph se rió por lo bajo.

"Espero que Dan Heng haya incluido instrucciones sobre cómo sobrevivir a una colisión con un muelle…"

"Cállate, que si sobrevives te haré pagar el almuerzo." Respondió Stelle subiéndose tras ella.

Mientras el motor se encendía con un zumbido grave, los tres pusieron rumbo hacia el Expreso Astral.

Con suerte, sin estrellarse en el camino.

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