La interfaz del Sistema de Simulacro de la Realidad zumbaba con actividad. Liam tenía una vista simultánea de dos pantallas: una siguiendo a Gordon y su equipo, la otra a Catwoman. La simulación de "Gatillo Digital" había comenzado y, a pesar de sus orígenes dispares, ambos "jugadores" se adentraban en el mismo laberinto digital.
Para Gordon, la terminal holográfica en el almacén había revelado la ubicación de la primera de una serie de "pistas digitales" dispersas por los Narrows. Cada pista era una compleja red de enigmas y ubicaciones, que lo obligaban a usar su perspicacia detectivesca y el apoyo de su equipo. Liam había ajustado la dificultad para Gordon, introduciendo obstáculos burocráticos y la necesidad de coordinar con recursos policiales, lo que reflejaba los desafíos de la vida real del Comisionado.
"Comisionado, hemos encontrado un patrón en estas señales", dijo un detective a Gordon, señalando un mapa holográfico que apareció en la terminal. "Parece que nos llevan a la antigua red de túneles de Gotham".
Gordon asintió, su rostro severo. La sensación de que esto era más que un simple caso se intensificaba. Sentía la adrenalina, la emoción de la caza, una sensación que, irónicamente, lo hacía sentir más vivo.
Mientras tanto, Catwoman, con su agilidad incomparable, ya había sorteado la presencia policial inicial. La "persuasión conceptual" de Liam la había guiado a una ruta alternativa para acceder a la misma red de pistas. Para ella, los desafíos se manifestaban como intrincados sistemas de seguridad láser, cámaras de vigilancia inteligentes y guardianes robóticos, todo diseñado para poner a prueba su sigilo y sus habilidades acrobáticas.
"Un poco exagerado para un simple robo, ¿no, 'Cato'?", ronroneó Selina a la nada, esquivando un rayo láser con la gracia de una bailarina. La emoción de un desafío a su medida la mantenía enganchada. Se sentía como un juego, sí, pero uno muy real, con un premio que valía la pena.
Liam observaba cómo Gordon y Catwoman se acercaban al mismo punto de la simulación desde diferentes ángulos: la entrada a la antigua red de túneles bajo la ciudad. Había diseñado este encuentro.
Dentro de los túneles, la atmósfera cambió. Las paredes de roca húmeda dieron paso a pasillos forrados de metal, con paneles luminosos y cables expuestos. Era la entrada al complejo de servidores de "El Cato". Aquí, Liam había colocado desafíos que requerirían tanto el intelecto como la agilidad. Rompecabezas lógicos para la mente de un detective, y pasajes estrechos y trampas para una ladrona.
Gordon y su equipo se encontraron con un panel de control con un rompecabezas de circuitos. "Necesitamos un experto en electrónica", dijo un oficial. Pero la solución, gracias a la influencia sutil de Liam, ya estaba formándose en la mente de Gordon.
Al mismo tiempo, Catwoman encontró una serie de conductos de ventilación extremadamente estrechos, diseñados para ser imposibles de atravesar para cualquiera que no fuera ella. Una vez dentro, se encontró en una sala de servidores llena de un laberinto de cables y terminales, con un mensaje holográfico parpadeando: "La unidad de datos está cerca. Pero primero, el guardián."
Liam sonrió. El "guardián" de esta sección era un constructo holográfico basado en un diseño de seguridad avanzado que había visto en los cómics: una IA defensiva con forma de gato robótico que podía proyectar campos de fuerza y disparar pulsos eléctricos.
El enfrentamiento se avecinaba. Gordon, a punto de descifrar el rompecabezas de entrada, y Catwoman, a punto de encontrarse cara a cara con el "guardián". El tablero estaba puesto, y Liam estaba listo para ver cómo estos dos mundos colisionaban en su simulación.